miércoles, 10 de septiembre de 2014

VISITANTES


Muchos de los que crecimos en países como Chile, heredamos una cultura de la religión Católica sustentada esencialmente en tradiciones y conmemoraciones festivas que siendo niños, poco comprendíamos. Para nosotros eran sencillamente días libres… uno que otro Domingo acompañábamos a nuestra familia a la misa de las doce horas y ese ritual que muchas veces nos dejó con la inquietante sensación de vivir en el “pecado” y que si la muerte nos alcanzaba, debíamos estar libres de él. Bastantes asuntos nos ocuparon mientras llegamos a ser adultos sobre el tema, sin embargo no siendo opositor a quienes practican la Fe, mucho tiempo después me encontré con esta suerte de presencias luminosas, que bien podrían ser llamados fantasmas, pero que para uno sencillamente son “visitantes”. Hay lugares en los cuales permanecen, los hay también donde su energía es muy fuerte y provocan ganas de llorar desenfrenadamente como un niño y también están los que cuidan a las personas que llegan a tu vida para bien. La persona que tomó la fotografía no se dio cuenta de haberlo hecho, pero al mostrármela y al ir en movimiento en un trayecto hacia la capital, se dio cuenta de que habían dos superposiciones de luz… claramente un atajando al otro.